Largometraje documental en desarrollo.
Arminda Cantero sacrificó todo para conseguir lo que ella realmente quería: ser una gran pianista. De precoz adolescente, bajo el seudónimo de un hombre, tocaba tangos en una radio para mantener a su familia . Con el tiempo se convierte en una exigente profesora de piano particular, hasta que padece un accidente de transito al que sobrevive de milagro. A los 60, se muda a New York y allí encuentra el reconocimiento a su talento. Graba discos, hace giras por Europa y Japón y culmina su carrera a los 70 años aplaudida en el Carnegie Hall.